Muchas Letras

12 septiembre 2006

Me encanta el cine, lo confieso. Y varios tipos de películas: nacionales, extranjeras, comedias, dramas, acción... Veo tantas películas que muchas veces, cosas que pasan en la vida real me recuerdan a escenas vistas en la pantalla. Y esta semana me he acordado de una: Titanic. Sé que no es la mejor película de todos los tiempos, pero yo la vi, y para el caso basta. La escena que me viene a la mente estos días es una del final, cuando el trasto inmenso se está hundiendo y se dan cuenta de que no hay botes para todos. En esa escena se ve que hay botes en los que cabe mucha más gente, pero que los que están dentro no dejan subir a nadie más por miedo a hundirse junto al trasatlántico. Todos los que vimos la película pensamos lo mismo: "qué egoístas, si aún cabe más gente". De hecho, la escena está diseñada para que pensemos eso, y para que veamos las diferencias entre los de primera y los de tercera.

¿Y por qué me he acordado de esta escena esta semana? No, no por los cayucos. Al menos no directamente. Me he acordado por las declaraciones de José Blanco sobre los inmigrantes y el mercado laboral. Con declaraciones como ésta lo único que se consigue es que cunda el pánico, que la gente mire mal al inmigrante (legal o ilegal) y que piensen que nos van a quitar el pan de la boca, cuando la realidad es que nosotros se lo quitamos a ellos. Ellos son los náufragos porque los países civilizados les hundieron el continente en el pasado, y ahora nos negamos a recibirlos por miedo a que nos hundan nuestro súper-transatlántico. ¿Quién es el egoísta en esta película?

Además, eso de que podemos dejar que vengan mientras sean un beneficio para nosotros, pero no a partir del momento que nos supongan la más mínima carga es, si cabe, más egoísta. Porque recordemos que vienen aquí a trabajar (generalmente en unas condiciones que nosotros no aceptamos) y a producir para nuestras empresas. Si lo que necesitan es ayuda desinteresada, que se la busquen en otro lado, nuestros gobiernos no se la van a dar. Menos mal que están las ONGs...

Y luego hay otro señor que propone, como solución, prohibir las regularizaciones masivas (ojo a la foto, que no tiene desperdicio). Ésto me recuerda a Los otros: están ahí, pero como si no. Vamos, que vienen, trabajan, producen, pero no existen. No tienen garantías ni derechos. Si les pasa algo, como no existen, no nos afecta. Y si no producen, se les manda a su país, de vuelta. Prohibir la regularización de miles de personas es como barrer debajo de la alfombra. Sólo a un descerebrado se le puede ocurrir decir una burrada así. Habría que ver qué no haría él para salvar a su familia, si estuviese en su lugar.

Eso sí, cuando los de aquí van a otros países con la ilusión de mejorar sus vidas, que los reciban bien. Cuánto cambia la cosa según la línea del mapa que se cruce. Una simple línea. Da qué pensar...

1 Comentarios:

  • Pues, como dirian en England: "spot on". Parece increible que a estas alturas de la civilizacion, estemos todavia hablando de nacionalidades. Nosotros le robamos el oro y la plata a las culturas precolombinas, y ni siquiera llegaba a casa porque para eso estaban los piratas ingleses. Es tan solo un ejemplo.
    El problema no esta en la frontera. Esta en mi cabeza en forma de "digital box" para la tele; recibos de compras compulsivas de e-bay; el boton de stand-by de mi stereo(QUE EL PLANETA SE VA AL CARAJO!) en el parque, "paso de saludar al conocido porque me va soltar el rollo"; en el parque,
    "voy a saludar a mi colega
    , a ver si le puedo soltar el rollo"; en la cocina, "hijo mio, ese helado dracula es mio"; en el cuarto, "hijo mio, dos segundos, acabo esto y en seguida me pongo a hacer otra cosa y me olvido otra vez de lo que querias"; en el colegio, "la culpa es de tu profesora"; en el comedor, "ya lo recogera Maria"; en el concierto, "pues tampoco toca tan bien..."; en la oficina, "pues si, si que me mira, a ver si le hago tilin..."; en el Congreso, "la verdad es que hoy he estado inmenso, soy Anguita sin papeles"; en el bar " joe, que ya he pagado dos rondas..."; en la terraza " a ver, se me ve bien con mi nuevo laptop?"; en el centro cultural " pues no flipan todos con mi pelo verde..."; en el centro cultural "que horror!...el pelo verde!..."; en la radio "no, los jovenes van solo a emborracharse";

    En fin, que podriamos resumirlo con dos frases:
    1) "Esto me va a salir por una pasta..." y
    2) "es tan solo envidia sana..."

    Por Anonymous Anónimo, a las 16/9/06 16:38  

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