Muchas Letras

12 julio 2006

Hoy estaba viendo las noticias en la red, cuando me he encontrado con éste artículo en elpais.es. Al ver el título ("Los países ricos dan la espalda a África") he pensado que vaya novedad, pero aún así lo he leído, ya que creo que es la obligación de todos estar mínimamente informado de lo que pasa en el mundo, y especialmente sobre estos asuntos.

El caso es que parace ser que (cosa rara) los países del G-8 (otro club superselecto de los que ponen los pelos de punta) no han cumplido todo aquello que habían prometido hace un más o menos año, cuando aquellos conciertos tan guays contra la pobreza. Menudo paripé. Todos quisieron salir en la foto, y todos dijeron cosas muy bonitas, pero una vez más, no pasaron de las palabras. Y no sólo eso. Aún encima quieren colar las condonaciones de deudas por donaciones... ¡cuando esas deudas ya son imposibles de cobrar! Y una vez más me pregunto: ¿no se les cae la cara de vergüenza haciendo estas cosas? Joder, que no estamos hablando de que todo el mundo tenga una consola de juegos en casa, ni de que puedan viajar y conocer otras culturas. Estamos hablando de que mueran o vivan millones de personas. Y si alguien lo duda, un dato (extraído del artículo): en Zambia hay un médico por cada 14.000 personas, mientras que en España tenemos 3.5 médicos por cada 1000 (49 por cada 14000 habitantes).

Por otro lado, siempre que se habla de ayuda en realidad se está hablando de inversiones empresariales en dichos paises, casi siempre con condiciones que yo no entiendo. Bueno, si entiendo por qué se ponen esas condiciones, pero no entiendo que alguien pueda defenderlas (una vez más) sin ruborizarse: que si te doy tanta pasta te la tienes que gastar en mis productos (que te los dejo más baratos, pero son los míos), que si a cambio me dejas explotar tus recursos naturales a placer... Vamos, que así no se ayuda a nadie. Así, nuestros estados no dejan de ser como los bancos, que te prestan pasta, pero te la cobran bien y te tienen atado por donde más duele: unos usureros de mierda. Y todo porque están secuestrados por la economía de mercado, por las grandes empresas. Existe la creencia de que ésta es la forma normal en que funcionan las cosas. Yo digo que no, que ésta es la forma en que usualmente funcionan las cosas, pero yo creo (y los que me conocen lo saben) que lo usual no es siempre lo normal, y en este caso lo usual, que los gobiernos defiendan por encima de todo los intereses de las grandes empresas (del capital), no es lo normal, que defiendan por encima de todo a las personas y la justicia, y principalmente que las defiendan de las grandes corporaciones, que son los agentes más agresivos de la sociedad actual. ¿Qué gobierno que diga defender la justicia y a las personas puede ser tan rata como para hacer lo que están haciendo con el tercer mundo? Ninguno.