Muchas Letras

10 julio 2005

Hace tiempo que no escribo nada, y eso que desde la última historia han pasado algunas cosas... Es que soy un vago, y desde que trabajo pues no me apetece demasiado ponerme con el ordenador al volver del curro. De todos modos, hoy no tengo ganas de repartir caña contra los que tanto se la merecen, así que voy a ir de suave y voy a comentar el último libro que he leído: La naranja mecánica, de Anthony Burguess. Supongo que os pasará lo mismo que mi, que conoceis la peli de Kubrick pero ni idea del libro... Bueno, pues que sepáis que mi edición incluye un prólogo en el que Burguess reniega de la película porque el bueno de Stanley se comió el último capítulo, que por cierto cambia totalmente el sentido de la obra.

El libro está dividido en tres partes bien diferenciadas que abarcan, respectivamente, la presentación de Alex (el protagonista) y sus drugos o amigos como un grupo de adolescentes que se divierten con la ultraviolencia, la dentención de Alex y su tratamiento por parte del estado para reinsertarlo en la sociedad, y finalmente su reencuentro con la misma.

Para mi gusto, y como casi siempre, el libro es mucho mejor que la película aunque pueda parecer difícil de creer, pues la obra de Kubrick es genial. En este caso a mi me gusta más el libro porque en la película una estética tan peculiar y una fotografía tan cuidada pueden distraer un poco del verdadero sentido de la historia (cosa que obviamente no sucede en el libro), y esto es algo que le pasa a mucha gente que la ve: se quedan con lo violenta que es, con la pinta (siempre moderna) de los drugos y con la música (genial Beethoven principalmente) pero pasan un poco por encima de la historia. A mi me pasó la primera vez que la vi... Sin embargo la novela te hace pensar desde la primera lectura y casi desde la primera página. A mi me recuerda a 1.984 (Orwell) o Un mundo feliz (Huxley), así que si habéis leido cuiaquiera de estos libros y os ha gustado, puede que también os guste La naranja mecánica.

Finalmente una advertencia sobre el lenguaje empleado en el libro: Alex y sus drugos emplean una jerga nadsat o adolescente que puede hacerse difícil de entender. Para facilitarlo un poco, al final del libro hay un pequeño glosario que explica qué significa cada expresión de esta jerga. Puede ser un malenco pesado al pricipio, pero scorro se aprenten la mayor parte de los slovos y ya te palominas de todo. ¡Es un ejercicio para el radusoque!

Bueno druguitos, me voy a pitear un poco del viejo moloco antes de irme de golová a la cama, que snufo de snito. ¡Leédlo, es un libro realmente joroschó!