Muchas Letras

23 julio 2007

¿Dios existe?

La respuesta, en Estrasburgo. A ver qué tipo de pruebas aportan!

20 julio 2007

Injurias a la corona.

Censura, con todas las letras. Esto que quieren hacer con el último número de "El jueves": La Audiencia prohíbe la venta del último número de 'El Jueves' por un presunto delito de injurias a la Corona. No sé que pensaréis vosotros, pero a mi me da vergüenza. ¡Pero si el jueves lleva mil años metiéndose con todo el mundo cada semana, incluida la corona! ¿Qué pasa, que es más delito meterse con el principito que con Aznar, por ejemplo? Esto sí que es democrático. Claro que si hablamos de la monarquía, la misma raíz del sistema es antidemocrático, y en realidad esta noticia no es más que un síntoma del respeto que tienen por los que pagamos los impuestos que les permiten llevar ese ritmo de vida tan campechano, que mayoritariamente pensamos lo que sugiere la caricatura: que viven mucho del cuento.

Desde mi punto de vista, nada debe ser intocable o sagrado, y menos para el humor, que debe poder meterse con todo y con todos (¡hay que saber reírse de uno mismo!) y que cumple una función social vital: poner de relieve (generalmente exagerando un poco) muchas inquietudes de la gente de la calle. En fin, que si no saben reírse de sí mismos, que se jodan, porque por lo que nos cuestan nosotros sí podemos reírnos de ellos. ¡Qué menos! El día que dejemos de reírnos, que se preocupen...

Por si retiran la portada de la web de el jueves, yo la pongo aquí para que quede constancia:


Que no me jodan, ¡¡es buenísima!!

08 julio 2007

La visión.

Abro los ojos después de una buena siesta y veo que la tele está encendida. Alguien está viendo el canal Viajar: un tipo que se llama Kepa y que debe ser arqueólogo está contándonos la de cosas interesantes relacionadas con la historia del mundo que hay al rededor de la parte oriental de la cuenca mediterránea, terminando con un “¡Es casi más bonito que el País Vasco!” que resulta de lo más convincente. Mi acompañante en el hueco del sillón comenta la jugada: “Cómo se nota que eres vasco, qué bruto. En mi tiempo eran las Vascongadas, ahora está de moda eso de País Vasco”. No digo nada; ya sé cómo se las gasta y además no me apetece discutir, ¡acabo de despertar! Fin del programa.

Después de unos pocos anuncios que nos dicen lo fantástico y exclusivo que es el canal Viajar, ponen un programa en el que un grupo de franceses se van de senderismo por Guinea. El comentarista nos dice que no sé qué escritor francés dijo que el paisaje que estamos viendo es, probablemente, el más bonito del mundo. Parece Marte: desértico, con rocas y montañas peladas de un tamaño considerable. A mi me parece bonito, a su manera. De nuevo, mi compañero sentencia a modo de comentario: “Eso es porque no conocía las Médulas”. Y al ver las condiciones en que vive la gente en esas latitudes, suelta la última: “Vivían bien bajo el dominio de Francia, hasta que se independizaron”

¿Qué diferencia el “Casi más bonito que el País Vasco” del “Eso es porque no conoce las Médulas”? Yo creo que nada, que son exactamente el mismo comentario, es la misma visión. Y a pesar de tener visiones tan parecidas del mundo, nos enfrentamos unos a otros con un odio irracional. Sólo cabe una conclusión: la visión es errónea.