Muchas Letras

24 septiembre 2006

La asepsia Suiza

Últimamente el tema de la emigración (o más bien de la inmigración) me tiene muy activo. Por desgracia. El caso es que una vez más, encuentro entre las noticias una relacionada con el tema, y que, para variar, me pone de mala leche: Suiza endurece sus leyes de Asilo y Extranjería. Recomiendo encarecidamente leerla entera, ya que no tiene desperdicio. Al caso es que después de leerla un par de veces y de ver también ésta otra, se me ocurren un par de cosas que decir:

Primero,me llama la atención que un país tan solidario con los descarriados de la sociedad (traficantes de drogas, de armas y de todo lo ilegal que se pueda vender y comprar, políticos corruptos, mafiosos internacionales...) que siempre han podido llevar su dinero sin tener que dar explicaciones de ningún tipo, demuestre ahora otra cara que niega la hospitalidad (el trato humano, para ser más precisos) a quienes más lo necesitan. ¿Qué pasa si el inmigrante en cuestión está forrado hasta las cejas y quiere guardar su fortuna en uno de esos bancos tan guays que hay en Suiza? La ley lo deja claro: puede entrar y vivir, aunque no trabaje, o haya 100.000 personas con su mismo perfil profesional en el país. Por el contrario, si el ilegal (manda huevos) es un trabajador supercualificado, pero no tiene un chavo y encima hay un solo suizo que sepa hacer lo mismo que él, no puede entrar. Están claros los criterios que se siguen, ¿no? Por si todavía se necesita alguna aclaración: Suiza, "paraíso fiscal".

Pero ésto no es lo más grave (por increíble que parezca). Lo más grave es que los muy señores suizos, tan civilizados ellos, tampoco admiten a una persona (humana como ellos y sus hijos) que quiera entrar en Suiza porque en su país hay una guerra, un genocidio o simplemente le persiguen para matarle. No, antes tendrá que dirigirse a sus autoridades y pedirles que le hagan un pasaporte. ¡Es el colmo de la cuadrícula mental! O no. En realidad es el colmo el egoísmo y la mala fé. Imaginemos por un momento que somos comunistas (o simplemente personas normales) que escapan de la España franquista porque el régimen nos quiere liquidar. Para ir a Suiza tendríamos que pasar primero por las autoridades esas que nos quieren quitar de en medio y pedirles amablemente que nos extendiesen un pasaporte, ya que necesitamos huir desesperadamente de ellos, y claro, los trámites son los trámites. Parece una película de coña, pero por desgracia no lo es.

¿Qué tienen en la cabeza todas esas personas que votan favorablemente a unas leyes así? En un país en el que prácticamente no existe el paro, cuyo PIB per capita es casi 14 veces el de Sudán, ¿cómo pueden ignorar que esa gente que quiere entrar está desesperada? ¿Cómo pueden ser tan egoístas? Sencillamente pueden, como muchos de nosotros.

El bocazas

¿Será posible? ¿No le pueden callar la boca a este personaje? Es que cada vez que abre la boca es para dejarnos en ridículo, una vergüenza. ¿Qué pensarán de nosotros por el mundo adelante, que le elegimos como presidente dos veces seguidas? En fin, después del vídeo de Aznar en la BBC (cuyo título podría ser "Soy fascista porque el mundo me ha hecho así"), viene la lección "Echa la culpa al moro de lo que pase", del curso "Razonamiento ultra-conservador del medevo". ¡Temblad culturas (o más bien subculturas) del mundo! Temblad, pues por fin viene un digno sucesor del sublime Cid Campeador (el enlace no tiene desperdicio) y de Santiago Matamoros (impresionante enlace también). Y es que el señor Aznar ha vuelto a dictar sentencia: vean si no la noticia en elmundo.es. ¡Ellos nos tienen que pedir disculpas! ¿También los romanos? ¿Y los cartagineses? Si seguimos así, llegamos a África, ya que según todos los indicios es de donde vinieron los primeros hombres (¿también invasores?). Es ridículo. Nosotros no tenemos que pedir disculpas por nada porque nuestros valores son "los mejores del mundo". Podemos expoliar África y América, podemos explotar a los inmigrantes (inexistentes para este individuo), podemos incluso bombardearlos, pero nunca tendremos que pedirles disculpas. Curioso.

¿Qué diferencia hay entre decir que los musulmanes tienen que pedirnos disculpas por haber ocupado España (¿?) y decir que se va a liberar desde Al Andalus hasta Irak? Con gente así en el poder mal vamos.

Una imagen vale más que mil palabras

Siempre que oigo a alguien quejarse por la cantidad de inmigrantes que vienen a nuestras tierras en busca de una vida mejor (o simplemente de una vida), me viene a la cabeza el hecho de que, como gallego, tengo en mi árbol genealógico algún emigrante que, en su día, viajó a otro país en busca de una vida mejor. Y siempre me sorprende la poca memoria de que hacemos gala cuando no nos toca a nosotros. Incluso hoy, en España hay muchos emigrantes (¡yo mismo me estoy planteando emigrar de Galicia en busca de mejores oportunidades!). Pero bueno, sobre esto ya escribí en mi anterior post. Hoy simplemente quiero poner aquí una imagen que me han enviado hoy, y que viene a corroborar aquello de que "una imagen vale más que mil palabras":



Sin comentarios.

12 septiembre 2006

Me encanta el cine, lo confieso. Y varios tipos de películas: nacionales, extranjeras, comedias, dramas, acción... Veo tantas películas que muchas veces, cosas que pasan en la vida real me recuerdan a escenas vistas en la pantalla. Y esta semana me he acordado de una: Titanic. Sé que no es la mejor película de todos los tiempos, pero yo la vi, y para el caso basta. La escena que me viene a la mente estos días es una del final, cuando el trasto inmenso se está hundiendo y se dan cuenta de que no hay botes para todos. En esa escena se ve que hay botes en los que cabe mucha más gente, pero que los que están dentro no dejan subir a nadie más por miedo a hundirse junto al trasatlántico. Todos los que vimos la película pensamos lo mismo: "qué egoístas, si aún cabe más gente". De hecho, la escena está diseñada para que pensemos eso, y para que veamos las diferencias entre los de primera y los de tercera.

¿Y por qué me he acordado de esta escena esta semana? No, no por los cayucos. Al menos no directamente. Me he acordado por las declaraciones de José Blanco sobre los inmigrantes y el mercado laboral. Con declaraciones como ésta lo único que se consigue es que cunda el pánico, que la gente mire mal al inmigrante (legal o ilegal) y que piensen que nos van a quitar el pan de la boca, cuando la realidad es que nosotros se lo quitamos a ellos. Ellos son los náufragos porque los países civilizados les hundieron el continente en el pasado, y ahora nos negamos a recibirlos por miedo a que nos hundan nuestro súper-transatlántico. ¿Quién es el egoísta en esta película?

Además, eso de que podemos dejar que vengan mientras sean un beneficio para nosotros, pero no a partir del momento que nos supongan la más mínima carga es, si cabe, más egoísta. Porque recordemos que vienen aquí a trabajar (generalmente en unas condiciones que nosotros no aceptamos) y a producir para nuestras empresas. Si lo que necesitan es ayuda desinteresada, que se la busquen en otro lado, nuestros gobiernos no se la van a dar. Menos mal que están las ONGs...

Y luego hay otro señor que propone, como solución, prohibir las regularizaciones masivas (ojo a la foto, que no tiene desperdicio). Ésto me recuerda a Los otros: están ahí, pero como si no. Vamos, que vienen, trabajan, producen, pero no existen. No tienen garantías ni derechos. Si les pasa algo, como no existen, no nos afecta. Y si no producen, se les manda a su país, de vuelta. Prohibir la regularización de miles de personas es como barrer debajo de la alfombra. Sólo a un descerebrado se le puede ocurrir decir una burrada así. Habría que ver qué no haría él para salvar a su familia, si estuviese en su lugar.

Eso sí, cuando los de aquí van a otros países con la ilusión de mejorar sus vidas, que los reciban bien. Cuánto cambia la cosa según la línea del mapa que se cruce. Una simple línea. Da qué pensar...

11 septiembre 2006

Hoy vamos a volver a los tiempos en que Supercoco nos enseñaba conceptos como cerca, lejos, arriba o abajo. No sé vosotros, pero para mí, Coco (y Supercoco, claro) era mi preferido...

Bueno, menos cháchara y al grano. Hoy vamos a profundizar en dos conceptos, que veremos en seguida:

Primer concepto: impulsar. Según el diccionario de la Real Academia, el verbo impulsar significa lo mismo que impeler, del que podemos encontrar la definición aquí. Mientras que la primera acepción parece referirse al mundo físico y sus leyes, la segunda se puede aplicar a la voluntad de las personas (entre otras cosas). Dice el diccionario que impulsar significa incitar, estimular.

Veámos ahora el segundo concepto:

Segundo concepto: impedir. Una vez más, la RAE nos aclara el significado de este enigmático verbo. También cuenta con dos acepciones: la primera dice textualmente "Estorbar, imposibilitar la ejecución de algo", mientras que la segunda nos dirige a términos como suspender o embargar.

Bueno amigos, una vez visto esto, ahora soy yo el que necesita que alguien le explique una cosa: ¿cómo es posible que el gobierno haga una ley que se llame Ley para el Impulso de la Sociedad de la Información que pretenda, entre otras cosas, "impedir el acceso desde España a servicios o contenidos internacionales cuya interrupción o retirada haya decidido un órgano competente"? (aquí está la noticia) ¿No es un poco contradictorio? Con tantas medidas para impulsar la sociedad de la información no entiendo cómo no estamos a la cabeza del mundo digital: canon para los soportes digitales (incluído cualquier aparato que sirva para almacenar información); para las conexiones a internet, que además, son de las más caras y lentas de Europa...

Por otro lado, ¿eso de bloquear la información proveniente del extranjero, no era lo que hacía Franco? Hombre, en aquellos tiempos no podían ni soñar con algo parecido a internet, pero el principio es el mismo... A ver si el franquismo, lo que realmente estaba haciendo, era impulsar la libertad de información y de opinión. ¡Y nosotros pensando que aquéllo era censura! Desde luego, qué ciegos estábamos... Además, qué hay que temer, si la decisión la tomará un órgano competente (ojo, no dicen el poder judicial).

En fin, que aún va a resultar que el precio de la vivienda sube para facilitarnos su compra, que nos abaratan el despido para que tengamos más estabilidad laboral y que las multinacionales eplotan al personal para que puedan comprarse una bicicleta...